Discriminado por Down
Pareciera que el mundo no es redondo para todos y eso permite a quienes tienen el poder, de hacer mundos paralelos, a su propia pinta.
Mauricio cuando tenía 4 o 5 años de edad fue mi alumno en la Escuela Especial Flor del Inca. Hoy es scout y trabaja como auxiliar de aseo en la Escuela Especial Los Tamarugos.
Creo que la indemnización es una burla para una línea aérea millonaria. Por lo menos debieran haberle dado además de esa escualida suma de dinero -en relación a la demanda-, pasajes aéreos gratis de por vida.
Diario La Estrella de Iquique, 30 de noviembre del 2006.
Línea aerea condenada por discriminación.
Después de dos años de trámites judiciales, la Corte Suprema resolvió entregar una indemnización de 500 mil pesos a la familia del joven con Síndrome de Down, Mauricio Moya Castro (26), quien fue impedido de abordar el vuelo 192 de Sky Airlines el domingo 21 de marzo de 2004.
El joven llegó a las 8 horas hasta sector de embarque del Aeropuerto de Santiago junto a un primo para viajar hasta Iquique. Antes de abordar, una funcionaria le informó que el comandante de la aeronave no lo aceptaba "porque su calidad representaba un riesgo o peligro para la seguridad de los demás pasajeros durante el vuelo". Luego, el jefe de tráfico aéreo confirmó la decisión del piloto y el joven se debió devolver hasta la casa de sus abuelitos en La Florida. Ese mismo día, y después de la mediación del padre, el joven pudo viajar hasta Iquique para volver a su escuela Los Tamarugos.
Su madre, Mercedes Elizabeth Castro, y la comunidad escolar mandaron cartas de queja y presentaron denuncias y finalmente la Corte Suprema sentenció que se debía pagar una indemnización por el daño moral sufrido.
El dictamen indica que "el piloto del avión extremó el celo en el cumplimiento de sus obligaciones cuando se negó a transportar a Mauricio Moya y su cumplimiento excesivo derivó en el consiguiente incumplimiento del contrato de transporte".
La resolución también reconoce que existen antecedentes que aminoran la responsabilidad de la empresa, como el hecho que una funcionaria informará a los padres y que después se concretara el viaje, pero "violó el derecho al discriminarlo y causó un sufrimiento al joven y a su familia, y esto constituye un daño moral que establece una reparación". La madre y los querellantes habían solicitado una indemnización de 25 millones, pero la Corte Suprema estableció que se debían pagar 500 mil pesos.
La madre dijo estar contenta con la resolución, dado que más allá del dinero lo importante era sentar un precedente para evitar discriminaciones. Los profesores de la escuela Los Tamarugos manifestaron su alegría por la sentencia y destacaron la personalidad cariñosa y solidaria de Mauricio.
El gerente local de la línea aérea, José Barboza, se excusó de opinar sobre la sentencia judicial.
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