Mil caras de Yavar
Dicen por ahí los cuentistas de la historia y de la biografía que desde pequeño Ronald era un niño inquieto. Qué le gustaba la fotografía y qué quería ser director de cine. A medida que crecía fue desde boyscouts a voluntario de un techo para Chile, desde trabajador del cine hasta chofer de radiotaxi. Y así... poco a poco, a través de la psicología se iba llenando de humor, atropellándose en sus ideas, jugando, disfrutando de la vida, conociéndose en sus emociones, en sus afectos. Sencillo, locuaz y sin complejos, acá les dejo los mil rostros del conejo.
Comentarios
abajo ultima foto tenemos al joven manos de tijera, todo un clasico
jajajaajajja
ya chau